México es uno de los países mas diversos en el mundo por su contenido geológico. Su posición presente y ancestral entre masas continentales muy antiguas (cratones) que se han reunido como supercontinentes y dispersado luego al menos durante tres ciclos (Columbia, Rodinia y Pangea) en los últimos 1500 millones de años, ha permitido la integración de nuestro territorio simulando un rompecabezas de cuatro dimensiones: tres en el espacio (longitud, latitud y profundidad) y una en el tiempo geológico. El mapa de arriba contiene 38 provincias geológicas definidas por la singularidad estratigráfica y estructural de las rocas de cada provincia tal y como se observan en superficie, mientras que en el mapa de abajo se hace una interpretación tectónica de los elementos de esa geología superficial en solamente 10 provincias litotectónicas, las cuales reflejan, como si se examinase una "georadiografia", el sustrato mas profundo que integra la corteza continental de México. Un caso singular es la Plataforma de Morelos-Guerrero en el sur del país, la cual carece de un basamento cristalino expuesto, cuya edad vaya mas atrás del periodo Cretácico.